Mejor horno fuera que en casa

Vuelve Soldado, vuelve Balboa y se queda Torres. Aunque la prudencia aconseja esperar a final de pretemporada, se apunta una reedición de la fórmula zidanes+pavones, principio que paseó Florentino con entusiasmo hasta que la falta de títulos le hizo abdicar y que debería bordarse en el escudo del club. El Madrid ha abierto dos direcciones en su política de cantera desde el último ascenso del Castilla y yo presumo que le ha ido mejor con los préstamos que con el filial. Soldado se marchó a Osasuna con 310 minutos de Liga y vuelve con más de 2.000, un máster en UEFA y trece goles de ley. Balboa sólo había jugado dos partidos con el Madrid y el Racing le ha dado 29, con más de 1.000 minutos de vuelo. Sobre ellos decidirá el que venga. No serán la primera opción para sus respectivos puestos, pero tampoco lo era aquel Víctor que se inventó hace diez años el primer Capello y acabó jugando 36 partidos de Liga.

Otra parte de la camada se quedó en el Castilla, que ahora agoniza en Segunda. Viendo al equipo a uno le queda la impresión de que se han mezclado jugadores pasados de cocción y juveniles llevados apresuradamente a primera línea de fuego. En ese pozo queda poco petróleo y muchos conflictos. Borja apenas ha jugado desde que anunció su marcha al Mallorca. Mata se va al Valencia y también ha pagado por ello. Y a De la Red le estropearon una vuelta en el Zaragoza (o en el Getafe) sin que su papel posterior explique bien por qué. Cosas de tomarse al Castilla como un fin y no como un medio.