Lo mejor de la etapa fue el público
El Zoncolan no nos ha dejado gran cosa. Un puerto con esas rampas tenía que haber provocado mayores diferencias, pero tan sólo ha habido medio minuto de ventaja de Simoni y Piepoli al líder Di Luca. Los dos escaladores del Saunier Duval son hombres de pocos kilos a los que le iba bien esta ascensión, pero ya tienen 35 años y tampoco han podido reventar la carrera. Perdonen que insista, pero sigo sin ver savia nueva en este Giro de Italia. Únicamente al luxemburgués Andy Schleck, que está siendo la gran revelación y que con sus 22 años y el estupendo rendimiento que está dando aquí, puede ser una de las grandes figuras del futuro, siempre que lo confirme. Por contra, Damiano Cunego sigue sin madurar. Ayer se cebó con Di Luca y al final éste le pasó.
Di Luca fue todo lo contrario. Tiró de su veteranía y supo manejarse en una ascensión difícil para él y salir muy bien parado. Con la ventaja que sigue conservando y con sólo la contrarreloj por delante, tiene prácticamente ganado este Giro, que está resultando muy descafeinado. Salvo para los italianos. Lo mejor de la etapa fue ver la cantidad de tifosi que se agolpó en las laderas para ver la ascensión. Son felices viendo ganar a un italiano. Es la mejor afición del ciclismo o al menos la que mejor sabe disfrutar este deporte, lo viven como una fiesta. Otro detalle de la etapa fue la aparición de Iban Mayo, que quiso provocar la selección al empezar el puerto, pero no pudo. Se puso en cabeza a tirar fuerte, pero sólo aguantó cien metros, enseguida puso el intermitente.