Moiso y el valor de los refuerzos

El Real Madrid vuelve a Vistalegre y el aficionado blanco descubrirá dos caras nuevas entre los guerreros de Plaza. Son Sergi Llull y Jerome Moiso, un menorquín y un francés fichados para encarar con garantías las eliminatorias por el título. Habrá quien dude de la necesidad de este tipo de refuerzos. ¿Acaso el Real Madrid no ha sido líder durante la fase regular? Durante "casi toda la fase regular", habría que precisar, porque al final fue el Tau el que se llevó el gato al agua y acabó primero. Las batallas -y ha habido unas cuantas- pasan factura y Plaza prefiere prevenir antes que curar. Con Llull y Moiso completa el engranaje para el asalto a la Liga. Jugadas similares han hecho el Tau (fichando al polémico Lou Roe) o el Unicaja (Boniface Ndong). Incluso el Pamesa, rival madridista en cuartos, ha recuperado al cedido Urtasun.

Está claro que serán los Bullock, Scola, Navarro y compañía quienes cojan el toro por los cuernos -San Isidro y su feria tiene estos contagios- de aquí a finales de junio. Pero habrá secundarios que se cuelen en el star system reclamando su papel. En la última Liga blanca, la de 2004-05, fue Justin Hamilton quien surgió de la nada y se enroló en el proyecto Maljkovic a punto para los playoff. Igual que Curro Díaz rozó el alboroto pese a llegar como parche de Talavante en la corrida del patrón, Moiso o Roe -por poner dos ejemplos- pueden armarla en los playoff. Y es el último símil taurino que pongo. Lo prometo. Va por ustedes.