Maniche encontró a Torres
El Niño, Maniche y Petrov, los tres aparecieron en Getafe. El Niño volvía después de su lesión y lo hizo a lo grande: con dos golazos y muchas galopadas. En Getafe tuvo espacio para correr y así no hay quien lo pare. Torres llega al final de la temporada como una moto, ha sostenido al Atlético con su juego jornada a jornada y si el equipo se mete en Europa mucho se lo deberá a él, que ha luchado más que nadie y siempre se ha mostrado indomable. En Getafe, además, le llegaron los balones que necesita para brillar. Esta vez en el centro del campo se agigantó Maniche. El portugués fue el jugador que llevábamos toda la temporada esperando. No se limitó a correr sin cabeza de un lado a otro del campo, o a transportar el balón sin sentido. Buscó los espacios libres y encontró, por fin, los desmarques del Niño. Así llegó el tercer gol del Atlético. Maniche le envió un balón de oro, Torres lo recibió en carrera, dejó sentado a Abbondanzieri y marcó. Con un Maniche entonado como ayer otro gallo le habría cantado a este Atlético. En Getafe demostró que es un futbolista con potencia, llegada y juego, lo que tanto ha necesitado el Atlético durante toda la temporada.
La tercera pata en la que se apoyó el equipo de Aguirre fue Martín Petrov. El búlgaro es un futbolista veloz, con un gran regate, con una zurda exquisita. Su baja y la de Maxi, que también tuvo sus minutos en Getafe, ha privado al Atlético de dos de sus grandes armas. Aguirre ha recuperado toda su artillería cuando sólo quedan cuatro jornadas y llega el Barça al Calderón.