Si hay que creer, que lo pida Casillas

En definición del fallecido Perich, genio del humor gráfico, "un optimista es el que cree que todo tiene arreglo y un pesimista, el que piensa lo mismo pero sabe que nadie va a intentarlo". Y Casillas dice que el Madrid va a intentarlo. El club ha versionado la Cofradía del Clavo Ardiendo (en adelante CCA) con una campaña de eslogan menos desesperado: "Juntos podemos". Y a mí no se me ocurre mejor cara para defenderlo que Casillas, un futbolista que nació de pie y se ha convertido, volando de palo a palo, en el más instruido de la plantilla en cuestión de milagros. Siempre le imaginé sacudiéndose el polvo de la chaqueta tras un desastre nuclear y ese aire de invencibilidad cala en el madridismo. Si hay que creer en lo que no se ve, mejor que lo explique Casillas.

El portero del Madrid dio argumentos propios y ajenos. Entre los primeros creí entender que el equipo ha pasado lo que va de Liga en el sótano y del sótano sólo se puede ir hacia arriba. Simplemente recuperando la normalidad en el Bernabéu. "Diecisiete puntos se nos han escapado allí", enfatizó. Si sólo se contabilizaran los partidos de casa, el Madrid sería undécimo. Si sólo sirvieran los de fuera, caminaría líder con siete puntos de ventaja. Para la CCA es imprescindible equilibrar esta balanza comercial. Los argumentos ajenos los dan el Sevilla y su mal de altura; el Barça, al que no siempre se le aparecerá Messi, o el Valencia, en cifras récord de lesionados. Todos, además, siguen vivos en otras competiciones. Casillas cree. Si hasta vio meter un gol de cabeza a Palop...