El rugby es grande hasta en la derrota
Regresó el VI Naciones y nos volvió a dejar otra imagen ejemplar. Gales perdió en Roma ante Italia por 3 puntos, pero en la última jugada pudo ganar. El árbitro inglés Chris White le dijo a James Hook que faltaban 10 segundos para el final. El galés pateó a touch un golpe de castigo pensando que tenía tiempo para tratar de ensayar y ganar. Pero no. El árbitro consultó con el juez de televisión y pitó el final sin dejar sacar la touch a Gales. Los galeses se sintieron engañados, pensaban que el árbitro les había dicho que sí les daba tiempo a sacar.
Gales perdió y sólo el viejo capitán Gareth Thomas se dirigió de buenas maneras al árbitro para pedirle explicaciones. Habló con él durante 20 segundos y después se fue. Nada cambiaría su decisión. Gales aceptó la derrota y formó el pasillo a los vencedores. Cada uno pensará lo que quiera, pero la imagen fue absolutamente caballerosa, digna de auténticos deportistas que respetaron la decisión del árbitro, algo que hoy sólo se ve en un campo de rugby. Estos son los valores de este deporte. No quiero pensar lo que hubiera pasado en otro. Sólo quiero pensar que el rugby es grande hasta en la derrota.