Problemas en nuestra defensa
Nos hemos hartado de reiterar que los males de este Atlético radicaban en el centro del campo y nos hemos olvidado del despropósito defensivo que representan los Pablo, Perea y compañía. Alguien nos debería explicar por qué laterales como Seitaridis o Pernía, que nos deslumbraron a todos en sus anteriores equipos, no son ni la sombra de lo que fueron. Tampoco comprendo como centrales, caso de Pablo y Perea, auténticos valladares hace sólo unas temporadas, arrastran desde hace tiempo un pésimo momento de forma.
Las mismas dudas me asaltan a la hora de explicar la irregularidad de Zé Castro, capaz de lo mejor y lo peor al mismo tiempo. Si me pongo a pensar me asaltan recuerdos en forma de goles absurdos regalados por nuestra zaga. Miedo me da Perea cada vez que llega el balón a sus pies, pues siempre tengo la sensación de que el balón va a acabar en la delantera rival. Me enerva recordar aquel Pernía de potente disparo, capaz de hacer quince goles en una sola temporada. Algo grave está pasando y no somos capaces de resolverlo.