Yo digo J. J. Santos

Sargento veleta y lenguaraz

J.J.Santos
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Recuerdo que Capello, hace diez años, apenas daba titulares. Apoyándose en ocho jugadores y una gran solidez defensiva ganó una Liga casi sin despeinarse. Le resbalaban los silbidos del Bernabéu, jamás habló de los colegiados y menos de la prensa. Ahora, no hay charco que no haya pisado. Cierto que se le ha zurrado más, pero él se crece con el castigo. Y eso sería bueno si transmitiera señales de que controla la situación. La aparente vuelta a los orígenes con sus jugadores preferidos puede ser un síntoma claro de que empieza a arrojar la toalla. Quiere terminar conservando lo propuesto en verano.

Pero esa será su tumba. Si piensa que Emerson, Cannavaro, Diarra y Cassano le van a sacar las castañas del fuego, va listo. Lo malo es que no puede echar la culpa al empedrado. Nadie le obligó a que apostara por recuperar a Cassano. Nadie le puso una pistola en el pecho para que fichara algunos restos de la Juve. Ese es su drama. Nadie confía en él y, con tanto cambio, el vestuario tampoco se cree nada.

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