Momentos claves de la historia

Hace unos días, con motivo de la presentación de un libro biográfico, el presidente francés Jacques Chirac se descolgaba con unas declaraciones en las, que entre otras cosas, tildaba de "hordas que fueron a destruir" a los descubridores españoles de América y al viaje de Colón como un momento histórico poco importante, ya que "fueron los vikingos los que descubrieron el nuevo continente". La verdad es que no merecería la pena dedicar esta modesta columna a un tipo que ha convertido sus memorias en un libro de maledicencias de patio de colegio, si no fuera porque es una muestra más -y no la más brillante- de un acendrado y maniqueo deseo de revisar la historia en provecho propio que parece haberse instalado. Como dijo un recientemente fallecido historiador peruano, opuesto a quitar la estatua de Francisco Pizarro de Lima: lo podrían quitar de la calle pero no borrar de la Historia. Resulta que fueron, precisamente, ingleses y franceses los primeros en descubrir que la historia podía ser manipulada, y convertida en marketing, un arte en el que fueron maestros los nazis.

Desde entonces viene la Leyenda Negra cuyos tópicos y maniqueísmos han sido desmontados, entre otros, por grandes hispanistas británicos. Uno se malicia que algunos gobernantes franceses, al parecer, no se han recuperado de la decepción que les produce el papel secundario e irrelevante de Francia en la exploración de América. Que supone la mayor empresa de aventura llevada a cabo por nuestra especie hasta el momento. En contra de la publicidad dictada por maledicentes como Chirac, no fue una horda ávida de riquezas sino, bien al contrario, una revolución humanística que puso en cuestión la visión del mundo imperante y puso los cimientos de la época moderna. Desde luego que allí ocurrieron hechos detestables y que, a la luz de nuestros valores actuales, fueron productos brutales de un colonialismo al menos tan criticable como el que hoy ejerce Francia en buena parte del continente africano con sus antiguas colonias. La diferencia -notable diferencia- es que hoy sí sabemos las perversidades en las que se asienta esa política, que el jerarca francés sigue liderando en los países más míseros de la Tierra, de Costa de Marfil a Chad. Conviene tener en cuenta que el viaje de Colón fue muy diferente al de los vikingos porque permitió que fuese repetido creando un flujo de mercancías y pasajeros cambiando las relaciones entre civilizaciones. Debiéramos tener claro que, como dijo el militar boer Petrus Jacobus "es preciso considerar el pasado con respeto y el presente con desconfianza si se pretende asegurar el porvenir".