Demasiado para este Atlético

Aguirre eligió jugársela en Sevilla con la acorazada (Costinha, Maniche y Luccin) y sin bandas (hay que reconocerle que no las tiene desde que se lesionaron Maxi y Petrov, porque lo de Galletti es sencillamente calamitoso). No le salió bien, porque a los veinte minutos el Sevilla ya llevaba dos-cero y tenía los tres puntos en el bote. Yo no le echo la culpa al técnico. Creo que hubiera ocurrido lo mismo con cualquier otra alineación. Este Sevilla con Kanouté y Alves es demasiado para el Atlético. Es un equipo con ritmo diabólico, con tipos que juegan a la velocidad del rayo, que se mueven, que regatean, que se apoyan, que son diez jugadores de campo que parecen diez mil. Y encima tienen a Palop. Lo del Atlético anoche era misión imposible.

E ste Sevilla a todo ritmo desnudó a este Atlético menor, que toca mucho para nada, que maneja la pelota sin sentido, que no sabe luchar contra la presión, que no profundiza ni crea peligro. Para este gran Sevilla de Juande, destruir el trivote de Aguirre fue un juego de niños. En cuatro pinceladas, el Sevilla fundió todos los planes del Atlético y si la cosa no fue a más, hay que darle las gracias a Teixeira Vitienes, que le sacó una roja exageradísima a Martí y dejó al Sevilla con diez antes del descanso. Sin esa expulsión, el Atlético se habría vuelto a casa con un cerro de goles. Pero el Sevilla se paró. Aguirre aprovechó para cargarse el trivote. Y tampoco funcionó. Hay un abismo entre los dos equipos. El Sevilla luchará por el título y el Atlético está en otra Liga.