Soria tiene cosas calientes

Soria tiene cosas calientes

Camino de Soria, una ciudad acogedora que vive para sus dos equipos de élite: el de fútbol y el de voleibol. Un servidor se enorgullece de haber pertenecido al Caja Soria, ahora Numancia, un estandarte. Allí encontré amistad, unos excelentes directivos y una buena plantilla. La afición llenaba siempre el pabellón, vivía por y para el voleibol. Luego ganó Ligas, Copas y fue subcampeón de Europa, algo impensable para una ciudad tan pequeña. Pese al frío, Soria es caliente en muchas cosas. Lo son sus gentes, amabilísimas y muy sentidas. Lo son sus bares, en los que la sobremesa se convierte en un ritual. Y lo es en el deporte. Tampoco está mal la noche, que no le tiene nada que envidiar a la de otras capitales de importancia.

Soria acoge mañana a muchos malaguistas de la Peña El Cautivo y a otros que por su cuenta se desplazarán para ver al Málaga. Aguarda el Numancia, que saltó a la fama en Segunda B, cuando casi elimina al Barça de la Copa. Ahora alterna Primera y Segunda con un proyecto también limitado económicamente. No corren buenos tiempos, pero esto va por ciclos y ahora toca vivir uno malo. Esperemos que Primera y Europa vuelvan a estar pronto al alcance de la mano. El Málaga es un sentimiento. Volveré.