Los silencios culpables del Consistorio
Existen dos reacciones instintivas cuando te pillan in fraganti y las preguntas te llevan a un punto sin retorno. La primera es la verborrea incontrolable: no es lo que parece cariño, cómo piensas eso, no sé qué hace aquí esta señorita y bla bla bla. La segunda es quedarte en blanco, con gesto de condenado a muerte, silbar y cerrar los ojos por si así nadie te ve. Ambas hacen aparecer sobre ti un descomunal cartel luminoso que pone 'culpable' en letras rojas, pero la segunda, además, prolonga el problema. Justo esa es la actitud que ha tomado el Ayuntamiento con todo lo que respecta al Atlético.
Cada vez que ha publicado una información sobre este asunto, AS ha intentado ponerse en contacto con el Consistorio para que diera su versión. Llamadas, faxes y correos electrónicos. Insistiendo en teléfonos privados, acudiendo a actos oficiales y solicitando entrevistas al gabinete de Prensa. Buscando respuestas oficiales o extraoficiales, dispuestos ya a hablar con cualquiera que tuviera algo que decir, desde el alcalde Gallardón hasta un señor de gris que pasara por allí. Nada. Medias sonrisas, evasivas y, sobre todo, un silencio mezcla de culpabilidad y de falta de argumentos.
La administración no sólo se ha hecho la despistada con AS. Hasta ayer, nerviosita ante la perspectiva de un derby cargado de pancartas en su contra a tres meses de las elecciones, tampoco había contestado a las Peñas. Y hay pocas diferencias entre lo que les ha dicho y nada. La realidad es que el Ayuntamiento no desea debates controvertidos, no quiere hablar de la compra del Calderón ni de las obras ni de los autocares. Pretende paralizarlo todo hasta el 27 de mayo y luego Dios y las urnas dirán. El problema es que no sé qué dirán, pero sí lo que gritarán 45.000 ciudadanos, abonados del Atleti, hartos de silencios. Resulta que, por muy fuerte que cierres los ojos, los demás te siguen viendo.