Un sueño no exclusivo de la Superliga

La semana pasada acudí a ver entrenarse a la Selección femenina absoluta en Las Rozas. Semanas antes se había concentrado la selección sub-17 y sub-19. Esta semana repiten las chicas de la sub-17. Las 24 convocadas se entrenaban en un ambiente frío y ante la mirada curiosa de tan sólo dos medios, Localia y AS. Nacho Quereda, su seleccionador, se quejaba de ello. No le falta razón. España, con apenas 21.978 licencias femeninas en 2005 de un total de 681.481, puede presumir de haber sido campeona de Europa sub-19 en 2004. Y no vale decir que el fútbol femenino tiene menos nivel porque España se enfrenta en estos campeonatos a países como Dinamarca, con cinco millones de habitantes y 200.000 licencias femeninas o Inglaterra, que ronda las 90.000.

Pese a todo, nuestra máxima competición, la Superliga, crece al tiempo que la incursión de equipos de Primera masculina eleva el nivel. De ello se está aprovechando la Selección. Los cinco primeros clasificados -Athletic, Espanyol, Levante, Sevilla y Rayo- aportaban en esta convocatoria 18 jugadoras. Pero la Selección no es un sueño exclusivo de la Superliga. La presencia de jugadoras de la división de plata, la Primera Nacional, como Cristina, del Colegio Alemán Valencia, Noelia, del Granada C. F., o Julia, del Plaza Argel de Alicante abren el abanico. Todo gracias a la colaboración de las federaciones territorriales. Parece que en este sentido el compromiso es alto. Ya es hora de que se empiece a cuidar el fútbol femenino, aunque aún queda muchísimo por hacer.