Suena el timbre y ruge un león

Suena el timbre y ruge un león

Javi Martínez tiene todos los condicionantes para marcar época en el fútbol. Es un atleta de zancada larga (Ziganda le comparaba con el francés Vieira), con un fondo de keniata (pregúntenle a Manuel Pablo por su carrerita en el descuento de Riazor), maneja bien los recortes de frente y espaldas (no es Iraola, pero sí un Ballack en potencia), y encima aguarda la cita de cada domingo con la impaciencia de un colegial ante el timbre que anuncia el recreo. Su frase a este periodista cuando se presentó en San Mamés fue: "¡Cómo huele aquí a fútbol!". Pues eso, que le hierve la sangre por saltar al campo.

Su idolatrado Cuco, que planeaba ya darle la alternativa esta misma campaña en Osasuna, acertó en su pronóstico: "Javi Martínez encandilará a La Catedral, porque encaja perfectamente en los gustos de su afición". Ha bastado medio año para confirmarlo. Con más de diez mil votos, es el león más valorado por su juego en esta campaña en la web del club. Mientras tanto, pone todos los sentidos para escuchar los consejos de Urzaiz, con quien más de una vez se ha quedado a ensayar remates tras el entrenamiento. Vive en una casa que le ha alquilado el ahora azulgrana Ezquerro, con quien congeniaría en el vestuario. Le van las bromas, echar unas risas. Si hay que estrujar un paquete de patatas para distraer a un compañero cuando atiende a los medios, ahí está. Nunca falta un paquete de gominolas en los viajes, ni la maquinita de juegos... Cuando pita el árbitro, ruge un león.