Un tal Aíto y un tal Manel Comas...
Hay una generación que aterrizó en el baloncesto en helicóptero, el de Essie Hollis y los Smith de aquellos Maristas de Imbroda. Devorábamos 'Nuevo Basket' y 'Gigantes' (aún conservo perdido en algún cajón un reloj con el símbolo de la NBA que regalaban al suscribirse). Años, los 80, en los que Madrid y Barcelona, con permiso de aquel fogoso CAI del admirado Kevin Magee, se repartían la Copa. Trecet y Esteban Gómez nos descubrían el showtime de los Lakers de Riley y las histriónicas corbatas de Don Nelson en los Warriors. Y aquí, en casa, la Penya alumbraba una generación de promesas: Montero, Ruf, Morales, Rafa Jofresa y Villacampa, con las primeras zapatillas verdes que vimos. Había un tal Aíto y un tal Manel Comas...
Veinte años después, el showtime de los Lakers de Riley ha dado paso al showtime de los Heat de Riley y las corbatas de Don Nelson han vuelto al banquillo de unos Warriors que ya no divierten tanto como lo hacían aquellos locos bajitos (Hardaway, Richmond y Mullin). Ahora la NBA es cosa de Daimiel. Aquí, en casa, las cosas tampoco han cambiado tanto. La Penya vuelve a alumbrar una generación de promesas liderada por Rudy Fernández y Ricky Rubio. Y Villacampa, que ha prestado sus zapatillas verdes a su joven legión, peina su frondosa melena en el palco. Y siguen el tal Aíto y el tal Comas... En estas llegamos a Andalucía. Aquí descubrimos a Pau en 2001 y a Rudy en 2004. ¿Y para 2007: Ricky, Marc...? Eso sí, la Copa ya no es cosa de Madrid y Barça. ¿O tal vez sí?