Las urnas impiden una planificación
El Athletic tiene tantas incógnitas de aquí a junio que planificar el futuro de la primera plantilla es una tarea de chinos, un imposible. El hecho de que los socios deban acudir a las urnas en cinco meses dificulta los pasos a dar en lo que se refiere al plano deportivo, en fichajes y trabajo de cantera. No estaría de más que en los estatutos se estableciese una fecha determinada, por ejemplo tres meses antes de las elecciones, que obligase a los candidatos a anunciar su intención de presentarse. ¿Qué se ganaría con ello? Que si nadie pretende pujar por el sillón y el presidente de turno está decidido a seguir, pueda poner en marcha de inmediato su plan para la siguiente campaña. Si renuncia a renovar el mandato y hay un solo aspirante, el relevo iría más rodado e incluso permitiría al futuro presidente ejercer de tal en la sombra en materias tan importantes como ampliaciones de contrato y refuerzos. Incluso si las cartas están boca arriba con toda esa antelación, sería más factible la búsqueda de un pacto, la unión de fuerzas para presentar una sola candidatura, un sueño quizás imposible.
Todo esto viene al pelo, por ejemplo, en el caso de Mikel Arteta, a quien el Atlético parece decidido a contratar. ¿Se imaginan que entra en los planes de quien se crea con opciones de presidir al club? En estos momentos, el centrocampista del Everton preferirá escuchar antes a un club que a un candidato. Y la actual directiva no podría dar un paso decidido a ficharle. No digo que sea un fichaje necesario para el club rojiblanco, pero sí interesante. Lo de Arteta se puede ampliar a jugadores de la Real, Osasuna...