Ayer, el luto, y mañana, el dinero
Una vez más, ha tenido que morir una persona para que se descubra el problema de la violencia en el fútbol italiano. La historia se repite. En 1995, un fallecido durante un Genoa-Milán (con Capello en el banquillo milanista) provocó las mismas reacciones. Sólo basta leer las crónicas de los periódicos de aquella fecha, escuchar las palabras de los protagonistas, para ver que todo es una repetición, un macabro Día de la Marmota. Antonio Matarrese, entonces presidente de la FIGC y hoy de la Lega, dice exactamente lo mismo que hace doce años. Y lo peor es que el asesino, cuando tenga treinta años, podrá salir de la cárcel acogiéndose a la benevolencia de la legislación penal.
Parar el fútbol no es la solución, porque los partidos no son el problema; el problema son los violentos. Personalmente, abogo porque a partir de ahora se detengan todos los encuentros en los que haya incidentes y se sancione a los dos clubes implicados. Y, como medida de emergencia, que se prohíba la entrada a los estadios a los aficionados visitantes. En Italia, en todas las jornadas se detienen encuentros por bengalas, petardos... y nunca pasa nada. Es hora de actuar, pero el fútbol no se parará. Ayer se pensaba en hacerlo por el luto, pero hoy, cuando todos los estamentos tengan que decidir, levantarán la suspensión: máximo dos semanas sin fútbol. Y es que en esa reunión de mañana se hablará sólo de dinero.