Inglaterra, "¡venid conmigo!"
Hoy vuelve Wilkinson a vestirse con la camiseta de Inglaterra y eso es una gran noticia. Han pasado tres años y dos meses desde que jugó su último partido y durante su ausencia los ingleses le han echado de menos. De aquel equipo que ganó la Copa del Mundo se han retirado muchos que han dejado un gran vacío. Inglaterra se ha pasado estos tres años pensando en Wilkinson y este estado de ánimo no les ha beneficiado en nada. Su regreso es importante porque Wilko viene con hambre de rugby y de triunfo y su mera presencia en el campo es un punto extra. Su ausencia recuerda a la de Lomu con Nueva Zelanda. Pero los All Blacks no se permitieron el lujo de pensar en él y siguieron su curso normal dando paso a otros jugadores que han cumplido en su posición.
Lo que más ha echado de menos Inglaterra, además de su juego, es su liderazgo. El mensaje que transmitía a sus compañeros era el de: "¡Venid conmigo!". Él era el primero en defender, en placar duro, en entrar en los rucks, en sacrificarse por su equipo. Obligaba a sus compañeros con su ejemplo, no con su palabra. Viendo que el líder, el que marca los puntos, no va de estrella sino que es uno más, es el que más entrena, en Inglaterra había que ganarse el derecho a jugar junto a él. Los ingleses han echado de menos el nivel de exigencia que él marcaba y que había que superar en cada partido. La actitud de Wilkinson es el valor más importante que puede tener tanto un equipo como cualquier empresa. Ojala hubiera más wilkinsons en el rugby y en cualquier otra profesión.