Hamilton se merece más apoyo
Si en la Fórmula 1 no hubiera ni marcas, ni nacionalidades, ni patrocinadores que nadie dude que el segundo piloto del McLaren-Mercedes sería Pedro de la Rosa, pero como en este deporte el factor dinero es decisivo y el del márketing determinante, el compañero de equipo de Fernando Alonso ha sido Lewis Carl Hamilton, un inglés de 22 años de edad cuyo pasaporte y color de piel ha acabado con todo debate. El ser negro le viene bien a Mercedes para intentar cautivar a un mercado como el norteamericano que ha pasado tradicionalmente de la F-1, situación que podría cambiar radicalmente si Hamilton se convirtiera en el Tiger Woods del motor (por cierto, según la revista 'Grand Prix' ya hubo otro piloto de color en la F-1, el hawaiano Dani Ongais).
Lo de ser británico ha sido más determinante, ya que hace once años que no se comen un rosco en este circo que inventaron ellos (su gran esperanza es Jenson Button: 118 carreras y una victoria). Pero dicho esto quiero dejarles bien claro que el protegido de Ron Dennis no es como Button, es bastante mejor pese a darse guantazos a 290 km/h en unos entrenamientos y quedar a sólo nueve décimas de un bicampeón del mundo. Y más nos vale que este británico espabile y se adapte, porque como no quede habitualmente entre los cuatro primeros olvídense de la tercera corona del asturiano, y a las estadísticas de los últimos diez años me remito. O el apoyo y confianza con Lewis Hamilton es total o Ferrari se llevará el gato al agua.