No debería tensar la cuerda

Ahora que está tan de moda el detector de mentiras para asuntos relacionados con friquis, no vendría mal sentar a más de un intermediario para tomarnos a guasa determinadas ofertas. No digo que Ramos no sea pretendido en Italia o Sebastopol, digo que se repite la historia de siempre. Jugador que cumple con su obligación de rendir, contrato de larga duración y petición de revisión del mismo porque así se lo prometieron cuando firmó. Club que se hace el lonchas y, zas, de repente surge una oferta maravillosa.

Pero yo me pregunto: ¿y si un día alguien tira por la calle de en medio y dice que lo siente mucho pero que no pueden retenerle ante tan descomunal tentación? Sería divertido. ¿Saben por qué no ocurre esto? Porque los equipos afectados, en este caso el Madrid, lo primero que hacen es llamar a la presunta entidad interesada. Y en la mayoría de los casos, no puedo afirmarlo en éste, la oferta resulta ser pura invención. Pese a ello, se pliegan a la amenaza y acaban pasando por taquilla. Un despropósito.