Hablemos de frases lapidarias

Hablemos de frases lapidarias

El fútbol es tan caprichoso, que a aquellos que arriesgan comentarios públicos manifestando las excelencias, bien de un jugador determinado, bien de un técnico o bien de una plantilla, suelen quedarse en evidencia con el tiempo. A principio de temporada el presidente Antonio Muñoz se refería a la plantilla como la mejor de Segunda, que con la aportación de Acuña, se hubieran mantenido en la máxima categoría la pasada campaña. Alberto Benito siguió la estela del presidente diciendo que para el gran potencial de esta plantilla se necesitaba un entrenador valiente, desacreditando el excelente trabajo realizado por Espárrago, para darle la responsabilidad a Oli, un técnico que no había dirigido en su trayectoria profesional a nadie.

El tiempo se ha encargado en dejar en evidencia a ambos. Esta temporada no había necesidad de vender humo, ya que antes de comenzar la temporada contaba con el apoyo incondicional de la afición. Se trata de las personas que deben transmitir sensatez desde sus comentarios públicos y no caer en frases populistas que luego te hacen perder credibilidad.La prudencia sigue siendo una virtud que no caduca.