El vestuario del Málaga, revuelto

El vestuario del Málaga, revuelto

El vestuario del Málaga está revuelto. La Ley Concursal, a la que se ha acogido el club blanquiazul, ha causado estupor y extrañeza entre los jugadores. Es lícito y normal que estén preocupados. Según el proceso, verán reducidos sus emolumentos en un cincuenta por ciento. Ya se sabe que cuando a una persona se le toca el bolsillo, la guerra está servida. Y más cuando tienen firmadas las cantidades en su contrato. Ahora bien, a los futbolistas que estaban la pasada campaña habrá que pedirles responsabilidades por haber bajado a Segunda División, lo que ha llevado al Málaga a esta situación. También hay otra solución: los implicados podrían acudir a los anteriores dirigentes y pedirles responsabilidades por lo "bien" que lo hicieron.

La plantilla no cree en el presidente, Fernando Sanz, y menos aún en el director general, Luis Yáñez. Ambos están de vacaciones en el Caribe, lo que ha servido para enrarecer y complicar todavía más el tinglado. Los jugadores no se explican que en esta situación se vayan y no haya nadie para agilizar las posibles operaciones de salida. El motín malaguista se puede producir dentro de poco tiempo cuando conozcan lo que van a percibir. El Málaga es un sentimiento. Volveré.