No hay que rasgarse las vestiduras

No hay que rasgarse las vestiduras

La contratación de Unai Alba debe valorarse en positivo. Quienes entiendan que esta incorporación supone un agravio a Lezama están confundidos. Que venga un nuevo cuerpo técnico y estime más preparado a día de hoy al portero del Barakaldo que a Aitor Alcalde es la ley del fútbol, de la exigencia. Además, el erandiotarra tendrá la oportunidad de jugar en el filial. Y es que disputando partidos es como madura y crece un portero. A esa edad, el banquillo los incinera.

No llega tarde. Aunque en febrero vaya a cumplir 29 calendarios, la edad de un guardameta no es la de un futbolista de campo. Sobre todo si se tiene en cuenta que este chaval ha recibido el premio gordo como un aliciente especial. Es un reconocimiento a una trayectoria modesta, sufrida. Simplemente, ya me imagino a Alba, su familia y amigos celebrando esta oportunidad. Se le van a hacer largas estas noches navideñas al de Oiartzun pensando en que llegue el martes. Seguro que comerá menos mazapán, que le dará pocos al champán. Sí, Alba, es cierto. Te lo has ganado.