Aguirre está en el buen camino
Aguirre es un buen comunicador, un tipo simpático y agradable, que no rehuye ninguna pregunta y entra a todos los debates. Si Bianchi parecía bajado del Olimpo y no quería contaminarse con los mortales, Javier Aguirre es uno de los nuestros, habla el lenguaje de la calle y por eso se le entiende todo. No ha sacado pecho ni con el cuarto puesto y ahí, un poco más abajo, tienen su mensaje: "Nuestro margen de mejora es amplio, hay que exigirse más". A este Atlético todavía le falta mucho para ser el equipo que quiere Aguirre y que quieren los atléticos. El mexicano ni se engaña ni pretende engañar a nadie. Y casi todos coincidimos en su análisis: el equipo ha jugado a ratos, ha tenido algunos momentos magníficos y otros desesperantes.Aguirre también pide paciencia. Y es normal. Necesita tiempo para seguir forjando a su equipo. Ya tiene un once que se repite de memoria después de muchas dudas, de pruebas, de debates sobre Kun y el trivote. Ha mantenido su criterio siempre frente a los que no veíamos normal tener a la nueva estrella entre celofanes. Pero Aguirre tiene sus ideas y cree en ellas. Y así le ha ido bien. Ha logrado que el equipo tenga una actitud positiva. Este Atlético de Aguirre ha remontado partidos increíbles porque no se ha rendido nunca. A este equipo, hasta cuando juega mal, le sobra espíritu de lucha. Y eso le ha servido para ganar partidos inesperados. Por eso, pese a su irregularidad, está cuarto y en Champions. El Atlético con Aguirre está en el buen camino.