Me cuesta entender la postura de Renault de no dejar probar a Fernando Alonso el MP24/21. Sé que hablamos del deporte más mercantilizado que existe, pero percibo cierto tufillo a rencor y ajuste de cuentas. Entiendo que los franceses quieran rentabilizar el mundial del asturiano hasta el 31 de diciembre, están en su derecho, pero no creo que zancadillear la carrera de un deportista como Alonso vaya a ser beneficioso para sus intereses comerciales.

Para estos asuntos en los que el negocio se entromete en el deporte debe haber soluciones intermedias. Nadie discute que Renault pueda proclamar que Alonso es su campeón y que lo pasee por el foro para vender coches, para eso han pagado un equipo de Fórmula 1. Pero no pueden olvidar que la F1 es deporte antes que negocio y que favorecer el juego limpio (dejar libre a Alonso lo es) puede ser una inversión rentable y lo que están haciendo a Fernando tiene poco de fair play y absolutamente nada de estrategia marketiniana para vender meganes. Alonso es una excepcional máquina de vender, desde coches a seguros pasando por relojes, porque es un extraordinario deportista, no una top model. Negocio y deporte deben aprender a convivir y Alonso debería subirse al McLaren sin dejar de anunciar Renault antes de fin de año.