La guinda a su brillante trayectoria
No piensen que ha sido sencillo para Mané coger las riendas del Athletic. No necesita dinero ni un riesgo deportivo y personal de tal tamaño. Pero esta vez se lo pedía el cuerpo, era la guinda a su trayectoria, una llamada de socorro de un club querido, del suyo, del de su gente. Fue sondeado en su día por el difunto Javier Uria antes de las elecciones, pero prefirió seguir el proyecto de Vitoria, donde metió dos veces al Alavés en Europa, donde Gonzalo Antón le permitía ser él, hacer y deshacer. Cree mucho en sus métodos, no le han fallado. En este fútbol en el que cada vez se estila más ahorrar hasta en el técnico, los preparadores con currículum y exigencias lo tienen complicado. No hace falta recitar nombres de ilustres en el paro.
Mi recuerdo para Sarriugarte, un tipo educado, con genio y futuro, que crecerá tras esta experiencia. No comparto la idea de mandar mensajes entre líneas, que dejan dudas. Ojalá diga lo que, según sus palabras, es el Athletic. Ayudaría. Eché en falta autocrítica. No ha tenido un mal clima de trabajo y su plantilla no es la 18.