Coherencia en la jungla rojiblanca
Otro día triste para el Athletic, en menos de año y medio es el tercer entrenador, todos de la casa, que sale despedido de Ibaigane. Es la decisión conveniente, porque Sarriugarte ya ha dispuesto de un plazo de tiempo adecuado para demostrar si es capaz de enderezar a día de hoy este barco. Quizás el problema esté no tanto en su bisoñez como en la confección de la plantilla, muy corta para la autoimpuesta desventaja con la que parte el singular club rojiblanco. Treinta canteranos han debutado desde el 2000, lo que ha distraído al Athletic del mercado vasco. Ahora toca sufrir y hace falta un técnico con espolones.
Cinco ascensos y el subcampeonato de la UEFA en la final más brillante de la historia dibujan un bagaje suficiente como para que Mané merezca tener el machete en la jungla rojiblanca. Siempre ha triunfado con la coherencia por bandera, haciéndose respetar por el grupo, no acogotando a su plantilla con vídeos y charlas. Falta autoestima.