Premio justo a un obrero elegante
Respeto mucho todas las opiniones vertidas acerca de la entrega del Balón de Oro 2006, pero creo que Fabio Cannavaro es justo vencedor. El ahora central del Real Madrid hizo una campaña soberbia en la Juventus antes de marcharse a España, fue el mejor jugador de la selección italiana que capitaneaba y así lo demostró en el Mundial de Alemania. Para mí no hay dudas de que este galardón es lógico. En Italia la gente hubiera preferido que Buffon fuese el ganador, premiando así el detalle de haberse quedado en la Juve a pesar de descender a la Serie B tras verse salpicado por el escándalo del Moggi-Gate. Si hubiera ocurrido al contrario, y se hubiera quedado en Turín, la afición italiana hubiera valorado mucho su imagen y hubiera preferido a Cannavaro como ganador. No comparto que el fallo de France Football haya sido tan criticado y se hable de que Maldini lo merece más, porque el Balón de Oro premia una temporada y no una carrera deportiva.
Cannavaro jugó en la final del Mundial disputada en Berlín su partido número 100 con la azzurra y eso también ha pesado mucho al jurado. Fabio es un tipo humilde que nació en un lugar modesto y este premio es el mejor ejemplo para demostrar que se puede llegar a la gloria futbolística con esos valores y, además, alcanzar el respeto de todos, amantes o no de su estilo de juego. Cannavaro es un obrero elegante que siempre lo da todo y que no pierde la sonrisa. Y menos tras recibir un galardón tan justo.