Todo comenzó con Queiroz

Todo comenzó con Queiroz

Sánchez Pizjuán. 9 de noviembre de 2003. Sevilla-Real Madrid. Queiroz se hizo el harakiri al poner a Pavón de lateral derecho con tal de no dar una opción a Palencia, el chaval del Madrid B ("la cantera no es la raza ariana", dijo el portugués). Rubén pagó la novatada al disfrutar de una titularidad prematura y a los 25 minutos ya estaba en el banquillo, llorando de rabia y con 3-0 en el marcador. Buena parte de culpa de aquel descosido la tuvo Reyes, un extremo filigranero que parecía sacado de una escuela de pillos. Caños, amagos, autopases

Reyes quedó entronizado en el imaginario de los madridistas, asombrados con su exhibición. Por eso dolió que se fuera al Arsenal y por eso se celebró su cesión al Madrid en el último minuto del último día del plazo de fichajes. En Mestalla será titular, basculará por las dos bandas y deberá demostrarle a Joaquín que Mijatovic no se equivocó al ponerle en su punto de mira. Sin los lesionados Beckham y Cicinho, ha llegado la hora de que el utrerano diga: "Aquí estoy yo".