Estrellas que ensombrecen las galaxias
Mi pregunta es: ¿Son conscientes los americanos de que la NBA ha dejado de ser una competición de equipos? ¿Se han percatado de que las individualidades priman sobre lo colectivo? Voy a decir una blasfemia deportiva: Michael Jordan no fue totalmente positivo para el baloncesto norteamericano. Fue un divulgador impagable de la NBA fuera de EE UU, popularizó el baloncesto en todos los rincones del planeta, pero... Pero con un sutil tributo: desde Jordan, las estrellas brillan más que las galaxias. Me explico. Hubo un tiempo en que la constelación Boston Celtics estaba por encima de sus planetas, Larry Bird, Parish o McHale, y el sistema Lakers por encima de Magic, Worthy o Kareem. Ahora no ocurre igual. O'Neal y Wade tienen más importancia que Miami Heat, Kobe Bryant oscurece el sol de Los Angeles, LeBron anula a los Cavs.
El origen de todo fue una estrategia comercial. Me lo contó un ejecutivo de Nike: "Antes nos interesaban mucho los contratos con los equipos, pero hemos visto que es más rentable fichar estrellas para promocionar nuestros productos". Así, palabras como marketing y merchandising fueron socavando los cimientos del basket americano. Los chavales de high school o college dejaron de soñar con vestir el uniforme de equipos legendarios, el verde de los Celtics, el amarillo de los Lakers, el rojo de los Bulls. Su objetivo pasó a ser la caza de contratos millonarios, el verde del dólar, el amarillo del oro, el rojo del rubí. Y el espíritu de equipo murió.