Y pulpo como animal de compañía...
En el periódico, como en cualquier casa de vecinos, hay bandos para todo. Están los de la Coca-Cola light y los de la normal, los madridistas y los atléticos, los pro-Alonso y los pro-Schumacher, la peña Valverde y la peña Pereiro, y, por supuesto, los kournikovos y los sharapovos... A mí esto último me parece mal planteado de inicio. Me explico. Si aceptamos a Kournikova como tenista, entonces pulpo vale como animal de compañía. Porque la novia de Enrique Iglesias ha ganado el mismo número de torneos que de discos de platino (esto último aún puede cambiar). Si el asunto es su belleza, bien, pero para gustos, colores. Servidor prefiere más sugerencia y menos opulencia. Si hablamos de Sharapova, lo haremos de tenis o de belleza, menos quizás que la de Kournikova, pero la justa para llamar la atención de quienes paseaban ayer por Claudio Coello.
Pero quedarse con la belleza de Sharapova, tampoco es tan fiero el lobo como lo pintan, no sería justo. Porque Maria es ante todo, y sobre todo, una tenista de primer nivel. Alguien acostumbrada a ganar torneos. Una chica que, sin haber cumplido los 20 años, puede presumir de salir en la portada del Sports Illustrated por: A) Su belleza. B) Ganar Wimbledon. C) Las dos respuestas anteriores. Maria, la misma chica que ayer se paseaba por la milla de oro madrileña ante la mirada curiosa de los transeúntes, pugna por hacerse con el número 1 del ránking de la WTA con la francesa Amelie Mauresmo. Por todo esto, servidor, que prefiere la Coca-Cola light, es pro-Alonso y pertenece a la peña Pereiro (sobre el dilema madridista-atlético alegaré en mi defensa que soy un bético inoxidable), se confiesa de los sharapovos. Por cierto, hablábamos de tenis, ¿verdad?