Un asunto de absoluta cautela
Resulta cuando menos una sorpresa la permanente vigilancia sobre lo que hace y decide Orbaiz. El Athletic tiene en su vestuario a un futbolista de talla internacional, al que alguien tan señalado y poco dudoso aquí como Sáez dio todos los galones en una selección Sub-20 plagada de cracks y recomendó ficharlo. El navarro es víctima de la leyenda urbana. Para aquellos que piensan que se borra del campo, mi versión es que todo se reduce a que, desde su grave lesión en Santander, Orbaiz se ha vuelto muy cauto, con variantes estados de ánimo en sus recuperaciones. Quizás porque él mismo se cree lo que dice y se siente un jugador más de la plantilla.
Le ruboriza verse reflejado en portadas con pesos añadidos y, ante la Prensa, prefiere enviar un mensaje corto, sin profundidad, para no ser muy protagonista. De ahí a manipular vestuarios como insinúan algunos... Orbaiz no está obligado por nadie en el Athletic, pero hay que valorar que se comprometió a largo plazo pese a ser un futbolista con mercado. Tiene sus rarezas, pero es un tipo que merece la pena. Y como futbolista...