Asafa corre tras el oro de Jamaica
Jamaica es al hectómetro olímpico lo que Holanda al fútbol mundialista. Un campeón sin corona. La isla, con la misma extensión de Córcega y dos millones y medio de habitantes, ha alumbrado velocistas que coparon el primer escalón del podio olímpico, pero siempre envueltos en banderas prestadas como Ben Johnson y Donovan Bailey (con Canadá) o Linford Christie (con Gran Bretaña). La velocidad jamaicana explotó en los Juegos de Londres de 1948 donde se colgó metales en 400 y 800. Sin embargo, el hectómetro, la prueba reina, siempre se le atragantó a los velocistas jamaicanos.
En la historia olímpica tres jamaicanos han acariciado el oro en los 100. Herb McKinley en Helsinki 52, Lennox Miller en México 68 y Don Quarrie en Montreal 76. Plata los tres. Al primero, especialista en 400, le perdía su fragilidad nerviosa. Miller, dentista de profesión, logró su medalla a los 19 años, y dirigió a su hija Inger, oro olímpico en el relevo de 4x100 en Atlanta. Y el tercero, el incombustible Quarrie, coleccionó medallas en los Juegos (plata en 100 y oro en 200 en 1976, bronce en 200 en 1980 y plata en relevo en 1984). Pero Jamaica espera aún al Mesías que paseé su bandera con el oro de 100 colgado al cuello. Y Asafa parece el hombre perfecto. Delantero del Orange Field County Club renunció al fútbol y a los dólares del atletismo yankee para cobrarse la deuda histórica de su país. Cruyff nunca pudo ganar su Mundial. Pero Asafa no corre tras su oro, persigue el de su país. El oro de Jamaica...