Como los soldados del Chelsea
Presión, hambre, fuerza, disciplina, velocidad, más presión. El Chelsea que asfixió al Barcelona el miércoles en Londres tuvo todo eso y más: el fútbol al que aspira Fabio Capello; el ideal que el italiano, en sus fantasías más desaforadas, desea imponer en el Real Madrid. El Chelsea, resultadista por excelencia, ha sido una apisonadora en la Premier dos temporadas seguidas con jugadores soldados de quienes José Mourinho exige, como él mismo dice: "Primero, ambición. Segundo, ambición. Tercero, ambición".
Contra el Barça, el Chelsea fue, hasta el más mínimo detalle, el modelo Capello llevado a la perfección. Cuatro defensas curtidos, grandes, duros. Tres centrocampistas -Makelele, Essien, Lampard- cuya primera virtud es luchar por el balón. Y tres jugadores netamente ofensivos -tres, nada más- que sepan jugar al contrataque. Didier Drogba, el goleador contra el Barça, es el estereotipo del jugador capellista: alto, cachas, rápido e infatigable luchador. ¿Podrá replicar el fenómeno Chelsea este Madrid ante el Barça? Depende de si posee la misma intensidad y de si Diarra y Emerson están a la altura de Essien y Makelele.