El Atleti es puro espíritu olímpico
Ignorando el chiste fácil sobre la relación entre los valores olímpicos y el Atleti (a saber: que lleva a rajatabla lo de lo importante no es ganar sino participar), observo que los vínculos se suceden. Miren el Citius, altius, fortius, expresamente escrito para cualquier abonado rojiblanco: más rápido para entrar en el asediado estadio antes del minuto 30, más alto para asomar la cabeza y poder respirar en ese único Metro abarrotado y más fuerte para superar las trampas con que ha minado el Ayuntamiento los alrededores del Calderón. Puro decatlón.
Y qué me dicen del respeto extremo al adversario? Así perdonó al Madrid para no ridiculizarle ante su familia. También leo en el ideario olímpico que "el deporte prepara al individuo para los avatares de la vida proporcionándole control de cuerpo y mente". El ejemplo perfecto es el Pato Sosa, que se cayó de culo el día de su presentación intentando dar dos toques al balón y salió del Manzanares caminando como una persona (de fútbol ni hablamos). Sigo estudiando. "El juego es el alma del deporte", y por eso el Atleti premió a tantos, de Maguy a Richard Núñez, con unos minutillos en Primera, para que se divirtiesen pese a su falta de aptitudes. Y así podría seguir hasta el infinito, pero terminaré con una frase del Barón de Coubertin: "El buen deportista retrocede pero no abandona, se doblega pero no renuncia. Si lo imposible se levanta ante él, lo sortea y va más lejos. Coraje indomable, esperanza tenaz, la desesperación nunca le afectará". Si no hablaba del Atleti y de su gente, que baje Zeus y lo vea.