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La mejor F-1 desde que murió Senna

No tengo ninguna evidencia irrefutable del supuesto apoyo de la FIA a Schumacher, ni de las artimañas técnicas y químicas de Ferrari y Bridgestone. Y mucho menos de si las diferencias entre Fernando Alonso y Briatore son por Fisichella, por temas de negocios (derechos de imagen) o porque no se aguantan, allá el juicio de cada uno. Todo esto es parte de la popularización o futbolización de la F-1 que puede influir en el resultado lo mismo que un mal arbitraje, un fuera de juego o un gol en propia puerta. Son las normas del juego. De lo que sí que estoy seguro es de que tenemos la suerte de poder disfrutar de la mejor y más igualada temporada de Fórmula 1 desde la muerte de Ayrton Senna. Recapitulemos. En el apartado de trampas, Renault y Ferrari han empatado a uno. A los dos les han pillado con el carrito del helado, tanto con los alerones mágicos como con el 'Mass Damper'. Peter Windsor, cronista de la magnífica revista 'F1 Racing' lo ha definido muy bien: "Nadie hace trampas a menos que le pillen. Quien no tenga un departamento de trampas no debería de estar en el oficio de la F-1". En resumen, los técnicos tienen que ir tan al límite como los pilotos. Por cierto, Renault ya había perdido los grandes premios de EEUU y Francia frente a Ferrari antes de prohibir el amortiguador inercial en Alemania (volaron 8 puntos de los 25 que tenían en Canadá).

El tema del tuerce tuercas de Hungría y China es similar al que se mete gol en propia puerta. No es una novedad. En 1979, cuando Alan Jones disputaba la victoria a Gilles Villenueve en EEUU, ya le sucedió lo mismo que al asturiano en Hungaroring. Idéntico a lo de Shanghai lo sufrió Nigel Mansell (Williams) en el GP de Portugal de 1991. Pero mucho peor fue lo de Eddie Irvine en el GP de Europa de 1999, cuando no encontraban en el box la cuarta rueda del Ferrari. ¡Insólito! La otra pifia a Alonso fue la doble carga de gasolina en Sepang, que permitió ganar a Fisichella, pero fue un mal menor, el español quedó segundo y el heptacampeón sólo sexto. A Dan Gurney, en 1964 (Spa), le pasó todo lo contrario. Entró al box a tres vueltas del final para repostar pero sus mecánicos habían recogido ya hasta la gasolina para irse a casa. ¿Se imaginan qué pasó? Perdió el primer puesto y se quedó tirado. Schumacher sólo ha tenido una cruz y fue cuando perdió el primer puesto en Turquía (acabó tercero) por tener que esperar en boxes a Massa (hubiera dejado ganar a su jefe), circunstancia que favoreció a Alonso para hacer segundo (los Ferrari sacaban nueve segundos a Alonso antes del accidente de Liuzzi, causante de la parada). La balanza de este catálogo de equívocos favorece, aunque no se lo crean, a Alonso, que logró 24 puntos en esas carreras por 20 de Schumacher.

Respecto a las sanciones, persiste la igualdad. Me parecen perfectas las de Hungría por adelantar con bandera roja el alemán y por gibar a Doornbos el español. No comparto la de Schumacher en Mónaco (debieron ser cinco puestos y no último de parrilla), ni la de Alonso en Italia inspirada más por lo que en fútbol se llama ley de la compensación que en la justicia (sin sanción también se le habría roto el monoplaza). El cómputo de estas incidencias favorece al alemán en 5 puntos frente a ninguno de Alonso. Schumacher aventaja en una victoria a Alonso (7/6) y en vueltas rápidas (6/4), pero el asturiano le gana en poles (4/6). Más igualdad es imposible. La clave de la temporada puede estar en los abandonos, dos del español (Hungría e Italia) por uno del alemán (accidente en Australia). Sus dos mejores carreras coinciden por el mal resultado final. Lo de Schumacher en Mónaco (del 18º al 5º) es irrepetible, pero sólo sumó 4 puntos y la carrera de Alonso en Hungría fue épica pero no puntuó.

Falta analizar el papel de Massa (69 carreras/1 victoria) y el lonchas de Fisichella (177 carreras/3 victorias). El primero ha restado 4 puntos a Alonso en tres carreras (Indianápolis, Hockenheim y Estambul) y Giancarlo a Schumacher un punto (Sepang). Lo curioso es que éste ha quitado a su compañero 3 puntitos, pero Massa a Schumacher ¡4 puntos! Hay igualdad total en todo. No vean fantasmas ni se dejen llevar por el calentón de expertos o pilotos, esto es Fórmula 1 pata negra. Olviden las 16 carreras anteriores y disfruten de lo que nos espera en Suzuka e Interlagos. Y ahora sí que me mojo, Fernando Alonso (apunten otro récord, nunca un segundo de la Fórmula 1 ha tenido 116 puntos) va a ganar este Mundial.