Con Capello ya os dimos dos sopapos sonados

Con Capello ya os dimos dos sopapos sonados

Manolete, siento no darte una sola noticia que anime tu atormentado espíritu. Con Capello, el Atleti ha mordido el polvo en los derbys igual que con Heynckes, con Hiddink, con el maestro Del Bosque, con el ínclito Queiroz, con el cuadrado mágico de Luxa... ¡Y hasta con López Caro! Aunque este domingo se sentase en el banquillo Joe Rígoli, fijo que al final tendrías que poner un '1' en esa quiniela que rellenas cada semana con la vaga esperanza de darnos portazo a todos tus amigos de AS para dedicarte a tu sueño incumplido: comer fabada con centollo los fines de semana mientras contemplas el vídeo de la final de 1974 con el Bayern Múnich... ¡Masoca!

Te aviso. Capello os tumbó dos veces hace diez años, con una exhibición en el Calderón que te dejó tu enorme cara con ese perfil de Scary Movie que no se te ha quitado después de tanto tiempo. El árbitro expulsó a Mijatovic y, mientras que tú te frotabas las manos, Raúl deslomó a López (Juanma), dando una pista profética de lo que Reyes hará este domingo con el otro López (Antonio). Recuerdo cómo Seedorf y Víctor redondearon una goleada de escándalo (1-4), mientras que tú alentabas a la grada contra el Palco de Prensa al grito de: "La culpa es de ellos, son todos vikingos".

Como Dios castiga sin piedra ni palo, el destino quiso que el partido de la segunda vuelta en el Bernabéu fuese el de nuestro alirón liguero número 27. 3-1, otro golazo de Raúl y tu Atleti de invitado de honor a la fiesta que encumbró a Capello como un técnico antidepresivo. Él vino aquí para ganar y el Madrid ganó.

Aguirre me cae estupendo, pero es bueno que el pueblo sepa que el domingo me dijiste en Telemadrid, mientras ibais 0-1 en el Calderón ante el Sevilla, que "así no vamos a ninguna parte. Aguirre va por mal camino". Maniolete, qué pena.