Con una autoridad aplastante
Ha sido el peor Mundial de crono para España. Siempre habíamos tenido protagonismo en esta especialidad, con Indurain, Olano o el mismo Iván Gutiérrez. La avería le ha tenido que afectar, pero aún así es mucho perder más de tres minutos. Cancellara se ha salido, pero Iván tenía que haber estado luchando por el podio, a la altura de Zabriskie o Vinokourov, que no son mejores que él en esta especialidad. Ha tenido un mal día o se ha desconcentrado, pero no es normal que haya dado tan flojo rendimiento cuando había preparado esta carrera a conciencia. Claro que, en esta especialidad ya se sabe: ni te puedes esconder ni hay donde disimular. Si no estas bien, te cae la minutada, por mucho que seas un buen especialista, como es Iván.
Con Cancellara hay que quitarse el sombrero. Para mí era el principal favorito, pero no podía pensar que pudiera sacar tanta ventaja en una carrera con una lista de participantes tan selecta. Minuto y medio a Zabriskie, que ha ganado cronos en el Giro y el Tour. El suizo ha ganado con una autoridad aplastante. Una exhibición así sólo era capaz de hacerla Indurain. Y por ello tiene mucho mérito Vinokourov. Tras la paliza de la Vuelta, sin tiempo para recuperarse y con más fondo que chispa, característica importante en una crono, ha rebañado una medalla de bronce. Este hándicap sí que lo ha notado mucho David Millar. Después de dos años sin correr, el británico ha disputado el Tour y luego la Vuelta y ha acusado mucho el cansancio.