El amigo del ministro

Acusado y condenado por la justicia deportiva italiana, el tramposo Luciano Moggi acudió el pasado domingo por la noche a un programa deportivo de la televisión pública, la RAI. No iba solo. Le acompañó el mismísimo ministro de justicia de la República por "ser amigo personal" del convicto a cinco años de inhabilitación por la "compra" de árbitros, cargos federativos, periodistas deportivos de TV y policías. El insensato ministro aseguró que: "La sentencia es terriblemente injusta". Al ya ex director general de la Juve todavía le quedan varios procedimientos por la vía de la justicia ordinaria. Con padrinos como el ministro Clemente Mastella, no sería de extrañar que el corruptor se pavonee ante amigos, conocidos y saludados con un mafioso "no me tiréis de la lengua".

Ingredientes para una típica película italiana. Entiendo, sin embargo, que el fraude no admite ni un ápice de cachondeo. ¿Debe seguir comiendo aparte el mundo del fútbol? En el plató de TV, Moggi todavía dijo más: "Cuando llegué a la Juve en 1994, hacía nueve temporadas que el equipo no ganaba nada; ahora pasarán diez años en blanco". Y sigue paseando tranquilamente. Por cierto, en Portugal se acaba de descubrir una trama similar. Debe ser cosa de la globalización.