La etapa reina nunca defrauda
La etapa reina de la Vuelta a España nunca defrauda, y la de ayer no iba a ser menos. Además, pone a cada uno en su sitio y demuestra qué corredores van fuertes y pueden aspirar a llevarse la victoria en Madrid. Podemos decir que fue una jornada de Tour por su dureza: cuatro puertos terribles, se encuentra en la primera semana del recorrido y estamos sufriendo altísimas temperaturas. Ayer ganó Alexandre Vinokourov y tras él llegó Alejandro Valverde. Ahora mismo, los dos ciclistas más en forma de la carrera, los dos que se deben jugar el triunfo final. Y que conste que Valverde tuvo suerte ayer, porque si Vino llega a tirar desde un principio a por la etapa, le podía haber caído más de medio minutito. Menos mal que quería llevar a su compañero Andrei Kashechkin al amarillo... Al final, el kazajo sólo consiguió 16 segundos de ventaja sobre Balaverde y éste 6 respecto a Kashechkin gracias a su último acelerón.
Pese a que las diferencias no han sido excesivas entre los otros favoritos (Carlos Sastre y Marchante perdieron 43 segundos), da la sensación de que la carrera va a ser cosa de dos, ya que Valverde y Vinokourov van mejor contra el crono y viven un momento dulce. Sastre está fundido después de haber corrido las otras dos grandes y Marchante, a pesar de que se está defendiendo como un coloso en la montaña, no anda muy bien en contrarreloj. Por su parte, Brajkovic cayó ayer como un campeón. Cedió el amarillo, pero dio sensación de ser un gran ciclista.