Conclusión: Capello en estado puro

Si algún ingenuo se acercó al Bernabéu pensando en lluvia de goles y espectáculo, le habrá quedado claro el panorama. Aquellos que acudieron pensando que su equipo no perdería, que habría orden y pocos sobresaltos, acertaron de pleno. Capello no va a cambiar su libreto a los sesenta años porque así ha ganado títulos, se ha hecho multimillonario y goza del respeto de todos. Por la bronca monumental del final, parece que al socio del Madrid, ni le gustaba hace diez años ni le gusta ahora. Con títulos y sin ellos. Pero como la palabra clave en este nuevo proyecto es paciencia Pues mucha paciencia.

Con la teoría de blindar tu puerta, el Madrid ganará por la mínima tres de cada cuatro partidos. Con esas cuentas estarás siempre en la pelea por el título. Eso obliga a jugar con ocho jugadores en tu propio campo, a defender muy fuerte y a dejar solo al delantero centro. Obliga también a clavar una de las tres ocasiones que tengas. Si no lo logras, empatas. Tan convencido está de sus planteamientos que, a cuatro días del cierre de mercado, aún busca un central antes que a un delantero. La fantasía, por el momento, reposa en el banquillo y en las promesas no cumplidas del presidente. Paciencia, mucha paciencia.