Un verano para estar preocupado
La pretemporada ha servido para constatar que gran parte de las expectativas que ha levantado tanto fichaje son falsas. Salvo las genialidades de Agüero, el equipo ha dado una muy pobre impresión. Las nuevas incorporaciones no han solucionado los males que arrastramos desde hace mucho tiempo. El fundamental, no saber a qué jugamos. Se ha reforzado la defensa y el ataque, es verdad, pero carecemos de centrocampistas creativos capaces de nutrir de balones a los delanteros. Como pasaba el año pasado con Torres, resulta patético ver al Kun deambular por el campo completamente solo y desasistido de balones en condiciones. Da igual tener una de las mejores delanteras del campeonato, si no contamos con un organizador con visión de juego en la zona de creación. El fútbol que practicamos es paupérrimo y si no es por las invenciones de Agüero, el peligro que creamos es sencillamente inexistente.
En cualquier caso conviene no empezar a desesperarse por que esto no ha hecho más que empezar. Las dos últimas incorporaciones, la de Jurado y esperemos que la de Maniche, pueden aliviar la situación. Aunque el portugués no es el jugador que se ajusta con precisión a lo que necesitamos, puede dar más profundidad a nuestro juego. Jurado, por el contrario, sí puede ser el cerebro que tanta falta nos hace. Lo va a tener difícil para ganarse un puesto con Costinha, Luccin y Maniche. Es cuestión de que Aguirre le dé oportunidades para que demuestre lo que vale.