Ladrones que rompen cinturas
Soy José Manuel Calderón y estoy en defensa. Mi rival entra botando. Cierro la línea recta, le llevo hacia un lado; intento que sea su lado malo, la mano con la que peor bota. Sé que atrás estará Gasol, cortándole el paso. Ya ha topado con Pau. Deja de botar, está en la ratonera. ¿Qué hago? ¿Dos contra uno, con peligro de falta? No: sigo adelante, corto el pase picado hacia el jugador que dejó libre Pau. Funcionó. Ya tenemos el balón. ¿Y ahora, qué? ¿Calma y sistema? No: contragolpe inmediato. Hay que romper cinturas. No pares, España, no pares. Allí aparece Rudy, a toda marcha. Balón arriba, alleyoop. ¡Vaya mate! El público ruge. Sí: ha sido precioso. Pero algún día entenderán que más bonito aún fue lo de antes. La ratonera. La cara de angustia del adversario. Su cintura rota. Sí. Creo que esta vez nos sobrará también el último cuarto. Estos kiwis empezaron fuerte, pero se les ha terminado la gasolina.
L ástima lo de Felipe. Se habría fajado bien con el gordito Cameron. Nos ha venido de perlas que hiciese la cuarta falta. Les hemos endosado un 15-2 cuando fue al banco. Y, tal como pensaba, nos ha sobrado el cuarto asalto. Fenómeno. Minutitos para Marc y Álex. Es importante que todos sumen. Está claro que aquí nadie regala nada. Al principio estuvimos dormidos atrás y se nos subieron a las barbas. Jorge ha tenido que multiplicarse. Nos faltaban los rebotes de Felipe. Lo ha compensado. No pares, España, no pares. Rompe cinturas. Hagamos también espectáculo con la defensa.