El pequeño también es grande
Lo mejor de todo es que lleva bien ser 'el otro Gasol'. Ni le acompleja, ni le envanece. Marc tiene personalidad suficiente para que la sombra de su hermano no le oscurezca. Mosquea un poco que se haya dejado un look muy similar, la melenita y la perilla, pero pienso que es más un guiño humorístico, un juego para crear confusión, que un intento de parasitar el prestigio de su hermano. Porque Marc ha demostrado ya que sigue su propio camino. Es más extravertido, más abierto y dicharachero que Pau. Y no se dejó cautivar por el hechizo americano. Tras dos años de instituto yankee, en el Lausanne High Shool de Memphis, decidió que muy bonito gracias, pero me vuelvo a España.
Años atrás, cuando Pau inició su aventura NBA, Sasha Djordjevic me anunció: "Triunfará, no sólo por virtudes propias, sino por las familiares. En casa le han inculcado una formación idónea". En eso sí coinciden los hermanos. Marc, como Pau, sabe lo que quiere y sigue el camino correcto para conseguirlo. No será un All-Star NBA, pero tiene cualidades suficientes para convertirse en un magnífico jugador, un internacional respetable. Muchos pensarán que está ya en la Selección gracias a su apellido. Quienes conocen a Pepu Hernández saben que ni por asomo. Marc está en Japón, al margen de la lesión de Fran Vázquez, por méritos propios. Es útil y va a demostrarlo. Seguro.