Lo de Rusia es espectacular

Si España llama la atención en las carreras de fondo y mediofondo, lo del atletismo femenino ruso está resultando espectacular. Al día de hoy ya suma diecisiete medallas, sólo una menos que en los últimos Europeos y cuando todavía faltan por disputarse dos jornadas y nueve finales. Realmente existen sospechas de que sus corredoras compiten con el hematocrito muy alto, lo que sería un indicio de dopaje. Así se explicarían los dobletes que lleva en 800 y 10.000 metros, y los que aún se esperan en 1.500 y 5.000. Pero es que las atletas rusas también han hecho doblete en 100, 200 y 400, donde la EPO es poco eficaz, también en triple y en martillo, han ganado los 400 vallas y el disco, y han subido al podio en marcha.

Este balance supone que Rusia esté arrasando prácticamente en todas las finales femeninas. De siempre el atletismo ruso ha sido muy completo, pero ¿tanto como para acaparar los podios de las carreras de velocidad, mediofondo y fondo, los saltos y los lanzamientos? Es algo que no se recuerda ni en los tiempos en que Rusia competía con las mejores atletas de todas sus repúblicas. Pues ahora que no engloba a Ucrania ni a Bielorusia, cuna de grandes atletas, supera los resultados de aquella todapoderosa URSS. Me cuentan que han vuelto viejos druidas que logran aumentar el rendimiento de la mujer, extraños métodos que, por lo visto, no son aplicables al hombre. Como en los tiempos más oscuros de las extintas URSS y RDA.