Deben echar el resto por traer a Kaká

Ni tanto ni tan calvo. Lo digo porque al considerar Capello que es necesario fichar a Diarra antes que a nadie, los kilos del blindaje pueden hacer que el coche camine pesadote. Una cosa es dar seguridad y estabilidad al equipo y otra distinta armarle hasta los dientes en una especie de obsesión por sobrevivir. No es casualidad que en los tres partidos medio serios de pretemporada el equipo no haya recibido ni un gol. Pero Capello no es tonto y sabe que el Bernabéu pide fantasía y encanto, por muy decepcionados que estén ante la sequía de títulos. Igual el italiano les está echando una manita a Mijatovic y Calderón en la habitual táctica de despiste que se realiza en operaciones como la de Kaká.

Porque una cosa es cierta: el grupo ya está compensado. Hace bien el presidente en no jugar a técnico, pero sin olvidar que la máxima responsabilidad es suya y que sus compromisos pesarán cuando comience a rodar el balón. Nos estamos olvidando de que el setenta por ciento de los votantes no eligió a Calderón y de esos habrá muchos que estén en el Bernabéu con la escopeta bien cargada en septiembre. A ver si por blindar a Capello hasta los dientes, olvidan que un proyecto que nace necesita también de otro tipo de seguros, como ganar desde el primer día en credibilidad. Ahora lo sensato sería echar el resto en Kaká...