No es el momento para irse

No es el momento para irse

Ya está aquí: con el pelo muy corto, con cara de niño y con muchas ofertas en el bolsillo. El Inter ha llamado a su puerta, el Manchester le hace requiebros y le dice que vendrá a por él cuando le venda al Madrid a Van Nistelrooy. El Niño Torres es uno de los culebrones de este verano, aunque Cerezo se encargue un día sí y otro también, erre que erre, de cerrar todas las puertas: "El Niño se queda". Pero en el fútbol hemos oído demasiadas veces eso de "Never, never, never" y sabemos que todo es posible. Y el Niño Torres está en todos los puntos de mira porque tuvo algunas apariciones notables en el pasado Mundial. Por eso y porque es muy joven y porque tiene un futuro de crack y porque recuerda a Van Basten con sus galopadas espectaculares.

El Atlético sabe, aunque todos pongan cara de póker, que a Torres todavía le queda un año de contrato y que aún puede jugar la carta de la renovación. Y el Niño también sabe que no hay prisa y sus mentores están convencidos de que cuentan con un cheque al portador, y que lo harán efectivo cuando mejor les convengan. Yo creo que Torres se equivocará si cambia de aires ahora. No va a estar en ninguna parte como en el Atlético. Aquí es un símbolo, un trozo del escudo, una parte de las rayas rojiblancas. No encontrará una camiseta que le siente mejor que la del Atlético. Y este año, con Aguirre, puede llegar el despegue del club. El Niño Torres ha liderado los malos momentos y sería una lástima que se fuese cuando pueden volver los buenos tiempos.