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1 Riis cargará con la culpa de que Carlos Sastre no gane este Tour. Por la minucia de que Voigt ganara una etapa, el director del CSC permitió que este corredor ayudara a Pereiro a coger una ventaja de media hora, perjudicando los intereses de Sastre. Y ayer volvió a repetir el error dejando que Landis tomara la suficiente ventaja para poder ganar la carrera. Los directores no están sólo para conducir los coches. De ellos se espera que sepan resolver los momentos difíciles y tanto Riis, como Kummer, director del T-Mobile, han entregado el Tour dos veces.

2 Sastre ha sido el mejor de este Tour. A él nadie le ha regalado nada en toda la carrera. El tiempo que ha ganado a sus rivales ha sido gracias a sus ataques y a su esfuerzo personal. Y ha sido el único que no ha fallado en ninguna etapa. Ha sido el más regular y el que más se lo ha merecido. Ayer estuvo especialmente soberbio con su ataque final. Lástima que su esfuerzo no sirva de nada.

3 Porque Landis va a ganar el Tour. Su desventaja es pequeña y no va a perdonar en la contrarreloj. Y también sería de justicia su triunfo tras el etapón que hizo ayer. Una fuga así es muy difícil llevarla a buen puerto. Normalmente terminas hundiéndote. Pero Landis no tenía nada que perder, arriesgó y ganó. Lo que no se entiende es cómo hay directores que no conocen a los rivales. No es la primera vez que Landis, como gregario de Armstrong, ha hecho galopadas como ésta, en Alpes y Pirineos, tirando él solo del pelotón hasta dejar casi sin rivales a su líder.