Las claves
1 Etapa histórica en el Tour. Desde los tiempos de Miguel Indurain no había vivido un día tan bonito. Todos al ataque, ningún equipo con fuerza para controlar. Una carrera abierta, el ciclismo de hace 30 años. Sastre estuvo impresionante, para quitarse el sombrero. Está siendo el mejor en este Tour, no ha fallado ningún día. Con su ataque le quitó la albarda a Landis y se vieron las mataduras que tenía el americano. Se hundió, perdió el Tour.
2 Sastre atacó como Julio Jiménez, como Fuente, a diez kilómetros de meta. Por detrás, los alemanes intentando neutralizarle, porque veían que él era el peligroso. Pereiro estuvo muy inteligente. Llegó a meta con fuerza para saltar de los rivales y coger bonificación. Tenemos cerca el Tour. Pereiro no es Kivilev, al que le consintieron coger el amarillo y después perdió minutos en los Alpes y en los Pirineos. Si mañana (por hoy) pasa el test, veo muy difícil que le quiten el amarillo a Óscar.
3 Venían de gregarios. El primero y el segundo de la clasificación venían de gregarios de Valverde y Basso, respectivamente. Nunca en la historia del Tour dos gregarios han sido primero y segundo en la general. Si no llega a ser por los problemas de clavícula de Valverde, no estaríamos viendo a Pereiro de amarillo. Si no llega a ser porque mandan a Basso a casa, Sastre no estaría segundo. Sastre ha nacido para ser jefe de filas. Lo demostró en la pasada Vuelta, en el Giro. Y en Morzine seguro que la bandera española estará más alta aún cuando acabe la etapa.