El hambre de un náufrago con reservas
No tiene aspecto de náufrago, aunque lo haya sido muchas veces sobre el campo en su carrera. La barba que se ha dejado, habrá quien diga exageradamente que comparable a la de Robinson Crusoe, parece una reivindicación. Aunque no la necesite. Urzaiz sigue ahí, imprescindible para muchos y con aportación a la baja para otros. Eso sí, siempre con personalidad, imponiendo. La soledad del delantero centro cuando el equipo no funciona es tremenda. A Ismael le ha faltado muchas veces de comer, un jugador de banda que llegue a la línea de fondo y le busque en el punto de penalti. Quizás por ello dé la bienvenida a Gabilondo. Partirse la cara por cada balón aéreo merma las reservas, pero curte. Ser nueve en el Athletic no es sencillo. Por ello, ensalza sin esconderse el salto de calidad que ha dado Aduriz y le muestra el camino a Llorente para llegar a su nivel.
E l tudelano dice verdades como puños: "En las alineaciones está el que da un rendimiento". Por ello, mientras aporte respeto al rival y a sus compañeros, fútbol y remate, debe seguir en la plantilla. El DNI, 34 años, es sólo una referencia más. Sería una gran señal que éste no fuese el último ejercicio de Urzaiz en el club. La edad no marca el adiós. El Mundial, con los Cannavaro, Zidane y compañía, ha dictado sentencia. Si Llorente se sube a sus barbas, será otra cosa. Mientras tanto, disfrutemos con este magnífico rematador. Por ahora, tiene hambre de gol y reservas.